Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México y una de las fortunas más grandes del mundo, ha vuelto a generar controversia con sus declaraciones sobre la jornada laboral y la edad de jubilación. En un momento en que varios países, incluida España, debaten sobre la reducción de la jornada laboral, Slim propone un modelo radicalmente diferente que ha desatado un intenso debate en redes sociales y medios de comunicación.
Durante la XXVIII reunión del plenario de la Fundación Círculo Montevideo en Avilés, España, Slim expresó:
"Yo creo que reducir el horario así es una tontería. Debe de trabajarse tres días, doce horas diarias, tres días para dar cabida a otras tres personas que trabajen los otros tres días y jubilarse a los setenta y cinco años, no a los sesenta y cinco ni a los sesenta."
Esta propuesta implica:
Jornadas laborales de 12 horas.
Semana laboral de 3 días.
Jubilación a los 75 años.
Las declaraciones de Slim llegan en un momento crucial:
España: El acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar propone reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales.
México: Es el país de la OCDE donde la gente trabaja más horas y tiene menos vacaciones pagadas.
Esta disparidad subraya la controversia de las palabras de Slim, especialmente considerando la realidad laboral en su país de origen.
Para entender el contexto de estas declaraciones, es importante considerar la fuente de la riqueza de Slim:
Principal accionista de América Móvil, dueña de marcas como Telcel, Telmex y Claro.
Criticado por mantener un "monopolio" en el sector de telecomunicaciones en México.
A finales de 2023, sus empresas aún controlaban el 50% del mercado mexicano.
Las declaraciones de Slim han generado una ola de críticas en redes sociales y medios:
Desconexión con la realidad: Muchos argumentan que Slim, como multimillonario, está desconectado de las necesidades reales de los trabajadores.
Edad de jubilación: La propuesta de jubilarse a los 75 años ha sido particularmente criticada, considerando la esperanza de vida y las condiciones laborales en muchos países.
Contradicción con tendencias globales: Mientras muchos países buscan reducir la jornada laboral para mejorar la calidad de vida, la propuesta de Slim va en dirección opuesta.
Las declaraciones de Slim se suman a una tendencia de empresarios multimillonarios que proponen modelos laborales controversiales:
Narayana Murthy, fundador de Infosys, sugirió que los empleados deberían trabajar 70 horas semanales como "deber patriótico".
Estas propuestas han generado debate sobre la desconexión entre las élites económicas y la realidad de los trabajadores promedio.
La propuesta de Slim, aunque polémica, plantea cuestiones importantes:
Distribución del trabajo: Su modelo podría crear más empleos, pero a costa de jornadas más intensas.
Conciliación laboral: Trabajar tres días podría mejorar la conciliación, pero las jornadas de 12 horas podrían ser agotadoras.
Sostenibilidad del sistema de pensiones: Jubilarse más tarde podría aliviar la presión sobre los sistemas de pensiones envejecidos.
Desigualdad: Críticos argumentan que estas propuestas benefician más a los empleadores que a los trabajadores.
Las declaraciones de Carlos Slim, aunque controvertidas, han abierto un debate necesario sobre el futuro del trabajo en un mundo cambiante. Mientras la automatización y la inteligencia artificial transforman el panorama laboral, es crucial encontrar modelos que equilibren productividad, bienestar del trabajador y sostenibilidad económica.
La discusión generada por estas propuestas subraya la necesidad de un diálogo inclusivo sobre políticas laborales, que considere las voces de trabajadores, expertos en economía, líderes empresariales y la sociedad en general. Solo a través de un debate informado y equilibrado podremos diseñar modelos laborales que beneficien a todos los sectores de la sociedad, no solo a unos pocos.