La situación política en Venezuela alcanza un punto crítico tras las controvertidas elecciones del 28 de julio de 2024. María Corina Machado, figura destacada de la oposición venezolana, ha realizado declaraciones contundentes que ponen en tela de juicio la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y señalan un creciente aislamiento del régimen chavista.
En una conversación reveladora con el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, María Corina Machado lanzó una afirmación que ha resonado en los círculos políticos internacionales: "Lo único que le queda [a Maduro] es un número de militares muy reducido del alto mando, es lo único que le queda". Esta declaración sugiere un debilitamiento significativo del respaldo institucional al gobierno venezolano.
Machado profundizó en su análisis, señalando que incluso dentro de las bases de las fuerzas armadas, los cuerpos policiales y el propio Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el apoyo a Maduro se ha erosionado. "No están con él, porque no quieren violencia y no quieren mentira", afirmó la líder opositora, pintando un panorama de creciente descontento incluso en los bastiones tradicionales del chavismo.
Las elecciones del 28 de julio, que oficialmente dieron la victoria a Nicolás Maduro, han sido ampliamente cuestionadas tanto dentro como fuera de Venezuela. La Plataforma Unitaria Democrática (PUD), principal coalición opositora, sostiene haber obtenido una victoria contundente con su candidato Edmundo González Urrutia.
Machado, firme defensora de esta versión, ha declarado: "Publicamos en una página web el 83,5% de las actas electorales, que son las pruebas de la victoria". Esta afirmación contrasta drásticamente con los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que aún no ha publicado las actas oficiales, violando así los protocolos electorales establecidos.
La respuesta del gobierno de Maduro a las protestas postelectorales ha sido contundente. Según Machado, "desde el 29 de julio la represión ha sido brutal". La opositora denuncia la detención de más de 2.200 personas y la trágica pérdida de 24 vidas en el contexto de las manifestaciones.
El gobierno, por su parte, ha justificado el aumento de la presencia policial y militar como una medida necesaria para contrarrestar lo que denomina "un golpe de Estado cibernético". Esta escalada de tensión ha llevado a una situación de alta volatilidad en las calles venezolanas.
Machado ha hecho un llamado directo a la comunidad internacional, instando a una acción coordinada para aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro. En sus palabras: "Hay que acoplar y coordinar todas estas acciones de la comunidad internacional para que el régimen sepa que aquí nadie va a convalidar esto".
La líder opositora enfatiza la importancia de mantener la atención global sobre la crisis venezolana: "No podemos dejar que esto se extienda", advirtió, subrayando la necesidad de una respuesta rápida y efectiva de la comunidad internacional.
La crisis política en Venezuela parece estar llegando a un punto de inflexión. Con un gobierno que se aferra al poder respaldado por un sector militar cada vez más reducido, según Machado, y una oposición que reclama una victoria electoral respaldada por evidencia documental, el país se encuentra en una encrucijada crítica.
La situación plantea interrogantes cruciales sobre el futuro de la democracia en Venezuela y el papel que desempeñarán tanto los actores internos como la comunidad internacional en la resolución de esta crisis. Mientras tanto, el pueblo venezolano sigue atrapado en medio de una tormenta política que parece estar lejos de amainar.
El desenlace de esta crisis tendrá, sin duda, repercusiones significativas no solo para Venezuela, sino para toda la región latinoamericana. La comunidad internacional observa atentamente, mientras los venezolanos esperan una resolución que permita al país avanzar hacia un futuro más estable y democrático.