En un movimiento que podría redefinir el panorama tecnológico del hemisferio occidental, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, ha anunciado una audaz iniciativa para impulsar el desarrollo de semiconductores en las Américas. Este plan, que inicialmente involucrará a México, Panamá y Costa Rica, marca un hito significativo en la estrategia de EE.UU. para fortalecer su posición en la industria de alta tecnología y contrarrestar la influencia china en el sector.
Durante una reunión en Washington con sus homólogos de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP), Blinken reveló los detalles de la "Iniciativa de Semiconductores del Hemisferio Occidental". Este proyecto, que se desarrollará en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tiene como objetivo principal aumentar la capacidad de los países participantes para ensamblar, probar y empaquetar semiconductores.
"Hoy me complace anunciar (...) la iniciativa de semiconductores del Hemisferio Occidental", declaró Blinken, subrayando la importancia estratégica de este proyecto que se extenderá desde 2024 hasta 2026.
Esta iniciativa se produce en un momento crítico, cuando Estados Unidos y China se encuentran inmersos en una intensa competencia por el control de la industria de semiconductores. Estos componentes son esenciales para una amplia gama de dispositivos electrónicos, desde smartphones y computadoras hasta equipos militares avanzados y drones.
El proyecto forma parte de un esfuerzo más amplio de la administración Biden para promover la producción y el aprovisionamiento en países aliados. La APEP, fundada en 2022, ha sido instrumental en este sentido, centrándose en diversificar y fortalecer las cadenas de suministro en las Américas.
Blinken destacó los logros alcanzados hasta ahora: "Se han sentado las bases para proyectos de alto nivel, sostenibles y estratégicamente significativos por valor de 3,000 millones de dólares, mejorando la columna vertebral de nuestras cadenas de suministro".
La inclusión de México en esta iniciativa subraya su creciente importancia como socio estratégico en la industria tecnológica. Con su proximidad geográfica a Estados Unidos y su experiencia en manufactura, México está bien posicionado para desempeñar un papel crucial en la cadena de suministro de semiconductores.
La participación de Panamá en este proyecto podría aprovechar su ubicación geográfica única y su infraestructura logística avanzada para convertirse en un centro de distribución clave para la industria de semiconductores en las Américas.
Un país que destaca por su estabilidad y creciente desarrollo tecnológico, ha conseguido un lugar en la lista de "países amistosos" de Estados Unidos, destinada a las naciones consideradas como opciones viables para recibir inversiones en el sector de los semiconductores. Esta inclusión es un claro indicador del potencial que ven en Costa Rica las autoridades estadounidenses, fundamentalmente en la industria de alta tecnología.
Con la nueva iniciativa en la mira, la posición de Costa Rica como destino atractivo para las inversiones internacionales se verá definitivamente fortalecida. El hecho de que el país ya cuente con un Centro de Excelencia es crítico: este se especializa en la formación de profesionales en áreas de alta demanda, como lo son las tecnologías avanzadas, y sitúa a Costa Rica no solo como un participante activo sino como un líder emergente en este campo tan competitivo. La existencia de esta institución no solo beneficia al país en términos educativos, sino que también es una muestra de la proactividad con la que Costa Rica se aproxima a la innovación y desarrollo tecnológico, haciéndola un candidato aún más idóneo y atractivo para proyectos internacionales de gran envergadura.
La iniciativa de semiconductores es solo una parte de una estrategia más amplia para impulsar el desarrollo tecnológico en las Américas. Blinken también destacó otros avances significativos:
Formación en alta tecnología: Costa Rica ha establecido un centro de excelencia para preparar a trabajadores de toda América en campos de alta tecnología, desde ciberseguridad hasta inteligencia artificial.
Apoyo al emprendimiento: Estados Unidos, Canadá y Uruguay han creado un acelerador regional para reclutar y formar a 715 emprendedores de toda la región.
Energías limpias: Se ha formado un grupo de trabajo sobre hidrógeno limpio para promover esta fuente de energía renovable en el continente.
A medida que esta iniciativa avanza, surgirán tanto desafíos como oportunidades. La implementación exitosa requerirá una estrecha coordinación entre los países participantes, inversiones significativas en infraestructura y formación, y la capacidad de adaptarse rápidamente a un panorama tecnológico en constante evolución.
En resumen, la audaz Iniciativa de Semiconductores del Hemisferio Occidental es un movimiento estratégico por parte de Estados Unidos que tiene como objetivo reforzar su influencia y su capacidad de innovación dentro de la esfera de la tecnología a nivel mundial. Incorporando activamente a una variedad de aliados estratégicos ubicados en América Latina, la estrategia de EE. UU. no se limita únicamente a solidificar su propia cadena de abastecimiento de elementos vitales para la tecnología, sino que también impulsa a la vez el avance y el progreso económico y tecnológico a lo largo y ancho de toda la región latinoamericana.
Esta monumental iniciativa tiene el poder de ser el catalizador de una inédita época de sinergia y cooperación en materia de tecnología en el continente americano, proporcionando las bases para un cambio profundo en la estructura industrial y financiera de todo el hemisferio occidental. Con los años venideros, se revelará una imagen más precisa de cómo esta maniobra calculada no solo altera la corriente dominante dentro del complejo entramado de la fabricación de semiconductores sino que también repercutirá en otras esferas del panorama tecnológico internacional.
Fuente: El Economista